Año 1 & 14, número 8
Publicado: 26 de Septiembre 2021
Dedicado a
nitya-līlā praviṣṭa oṁ viṣṇupāda
Śrī Śrīmad Bhakti Prajñāna Keśava Gosvāmī Mahārāja
Inspirado por y bajo la guía de
Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja
¿Quién es un guru auténtico?
¿Quién es un guru auténtico? Es aquel que está ocupado constantemente en el servicio a Śrī Hari; y ¿quién es un hombre instruido de verdad? Es aquel que, en palabras de Śrī Kṛṣṇa, está bien versado en el conocimiento actual de las ataduras de la jiva y la liberación de las mismas(cfr. Śrīmad-Bhāgavatam, 11.19.41).
Debemos aceptar como nuestro guru, solamente a aquel que emplea el cien por ciento de su tiempo en el servicio a Dios. Si no es así, al seguirle fracasaremos miserablemente. Śrī Caitanya-caritāmṛta nos enseña: “Un guru auténtico enseña a su discípulo a través de su propio comportamiento y su práctica. No puede enseñar dharma aquel que no lo cumple”.
Las Śrutis nos enseñan que, “Aquel que busca el conocimiento verdadero de tat –El Ser Supremo- deberá reunir los artículos necesarios para una iniciación y dirigirse a un guru que sea versado en los Vedas e infundido con realización del Brahman – El Espíritu Supremo” (MuṇḍakaUpaniṣad, 1.2.12). Esta instrucción también ha sido dada en el Śrīmad-Bhāgavatam (11.3.21): “Aquel que busca el más alto bienestar para sí mismo deberá rendirse a un guru que esté bien versado en el significado de los Vedas, que tenga una realización completa de Parabrahma y que por lo tanto se haya convertido en un refugio de paz verdadera”. Ninguno de los oradores de estrado expertos en discursos, pero quienes se conducen de manera impropia, ni los sacerdotes profesionales pueden ser gurus.
Aquel que no se mantiene constantemente ocupado en hari-bhajan (servicio devocional a Śrī Hari) estará impaciente por dedicarse a otros compromisos en la fuerza de śrī nāma y con ello correrá el riesgo de cometer grave aparādha o la ofensa de utilizar śrī nāma en actividadespecaminosas. Además, aquel que actúa en calidad de guru por un sueldo o de acuerdo a un contrato no puede ser guru, ni tampoco aquel que lee el Śrīmad-Bhāgavatam a ciegas. Para empezar, desistan de acercarse a tales sacerdotes profesionales y a los oradores de estrado. Observen si dedican su tiempo completo al Śrīmad-Bhāgavatam. Porque aquel que ha sido infundido o que ha logrado la realización de Parabrahma, ocupa todo su tiempo en el servicio a Dios.
¿De quién deberemos escuchar el Śrīmad-Bhāgavatam? Debemos escuchar y aprender el Bhāgavatam de un verdadero Vaiṣṇava porque no puede emanar de la boca de alguien que no sea un bhāgavata o un devoto verdadero. Fingir su recitación con destreza lleva a otros por el mal camino. El que así lo hace se engaña a sí mismo y por lo tanto engaña a los demás. ¿Cómo podría el Bhāgavatam, el cual no es diferente de Śrī Bhagavān, actuar francamente en las lenguas de lectores profesionales quienes aparentan ser eruditos versados en su recitación frente a otros, pero que no tienen verdadera devoción hacia Śrī Bhagavān debido a su involucración en disfrutes mundanos? Con el pretexto de analizar el Bhāgavatam, simplemente gratifican sus propios sentidos en lugar de los sentidos de Śrī Kṛṣṇa.
Aquel que ansía su bienestar verdadero jamás debería relacionarse con tales lectores profesionales y así cortejar su propia ruina, mientras cree falsamente que será en verdad beneficiado al aceptarles como sus gurus y al escuchar de ellos con el pensamiento de que es su discípulo. ¿Cómo puede alguien que está ocupado con la manutención de su esposa e hijos, dedicado por completo a su deseo de gratificaciones mundanas producto de la ilusión; y que intenta usar a Dios, la Entidad suprema digna de adoración y servicio, en el suministro de combustible para el fuego de esos placeres; actuar como jagad-guru o como el auténtico instructor de toda la gente?
¿Qué es lo que observamos en el Śrīmad-Bhāgavatam y en la conducta y prédica de Śrī Caitanya Mahāprabhu y Sus devotos? Aquellos que alimentan dentro de sus corazones el miedo, la aflición, la ilusión, los deseos sensuales, la codicia y sentimientos de frustación con respecto a sus cuerpos, sus riquezas, amigos y demás debido a su apego a algún objeto que no es Dios, no están rendidos a Dios. Tales individuos, carentes de dedicación, no pueden aconsejar a otros que se rindan a Dios. Incluso si dan instrucciones verbales, su prédica, estando carente del ejemplo práctico de su propia conducta, es ineficiente.
Solo un mahābhāgavata (exaltado devoto de Dios), que no tiene posesiones ni apegos materiales y el cual se ha entregado sinceramente a Kṛṣṇa y Le sirve veinticuatro horas al día, puede ocupar legitimamente el asiento de ācārya.
Adaptado del The Gaudiya Volume 24, número 11
por el equipo de: Rays of The Harmonist
CC-BY-SA Rays of The Harmonist No.19 (Gaur Purnima 2009)
Traducción del inglés: Indira dasi
Correción de pruebas: Nandini dasi