Número 6, Edición quincenal centenaria
Publicada: 13 Septiembre 2021


En honor del año centenario de la aparición de
nitya-līlā praviṣṭa oṁ viṣṇupāda

Śrī Śrīmad Bhakti Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja


Inspirado y dedicado a
nitya-līlā-praviṣṭa oṁ viṣṇupāda

Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja

Śrī Rādhā-tattva y la aparición de Śrī Rādhā

Extracto de un artículo publicado en 1961
por Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Māhārāja

SBVVGM for Fortnightly posting

 

Los upāsaka-sampradāyas (tradiciones devocionales) de la India, en especial las Vaiṣṇava sampradāyas, están deseando saber acerca de śrī rādhā-tattva. Es natural que cada sādhaka desee saber acerca de Śrī Rādhikā, porque sin Su servicio, alcanzar el servicio de Śrī Kṛṣṇa, es algo muy lejano. En cualquier caso, la verdad de quién es Ella solamente será preservada si Ella se revela o si se describe cómo Ella es. De lo contrario, todo lo que percibimos serán engaños que reafirman lo verdadero como falso y la falsedad como verdad.

Las entidades vivientes que están situadas en la plataforma material y que māyā las tiene atadas, son incapaces de describir la naturaleza (svarūpa) de Śrī Bhagavān y de Su potencia espiritual, las cuales son trascendentales y personifican la existencia eterna, la realización pura y la bienaventuranza. Solamente los Vedas, los cuales son la encarnación de Bhagavān en palabra y no son de origen humano, y otros textos sagrados que se derivan de ellos, como el Bhāgavata, además de las recitaciones (vāṇī) de los iluminados, perfectos asociados eternos de Bhagavān, que están libres de las cuatro defectos de percepción (bhrama, pramāda, etc.), han sido aceptadas como autoridad. Sin la sabiduría para discernir la substancia real de la irreal, las entidades vivientes, que se dejan llevar por las variedades de su propias mentes, están deseosas de probar que lo verdadero es falso y lo falso es verdadero. Hoy en día, muchos poetas, académicos y filósofos que no están familiarizados con las verdades del dharma y quienes a pesar de estar desprovistos del entendimiento adecuado, se consideran a sí mismos como paṇḍitas, están confundiendo a los buscadores inquisitivos de la verdad con sus teorias y declaraciones incoherentes llenos de nociones con faltas.

Las verdades del dharma dependen del sādhana. Solo se manifiestan a un sādhaka que está dedicado a su práctica por la gracia de Bhagavān. Previamente, al aceptar a un guru, sambandha-jñāna(conocimiento de la relación con Bhagavān) se despierta. Solamente las personalidades liberadas que están situadas en su puro yo son capaces de conferir algún indicio de la riqueza que es Bhagavān, nadie más. Por consiguiente es necesario aceptar refugio de una personalidad realizada. “Nāyam ātma pravacanena -el yo no se realiza por dar conferencias”; de esta afirmación de las Śruti (Kaṭha Upaniṣad 1.2.23), se entiende que es únicamente por gracia de Bhagavān que el conocimiento de la verdad se obtiene, no a través del aprendizaje material, la inteligencia y erudición.

Con respecto a śrī rādhā-tattva, varios upāsaka-sampradāyas albergan muchas teorías diferentes distorsionadas. No obstante, aquellos que buscan la verdad no se desconciertan por ello y aceptan solamente la descripción confirmada en las escrituras sāttvika tal como es. En numerosas ocasiones, las afirmaciones que se encuentran en las escrituras rājasika y tāmasika que coinciden con las escrituras sāttvika también se aceptan como auténticas por la comunidad sātvata (devota).

En el Skanda Purāṇa se dice:

śiva-śāstreṣu tad-grāhyaṁ bhagac-chāstra-yogī yat
paramo viṣṇur-evaikaṁ taj-jñānaṁ mokṣa-sādhakam
anyathā mohanāya hi varjayettān vicakṣaṇaḥ

“Los testimonios de la escritura tāmasika son aceptables si coinciden con la escritura sāttvika. Viṣṇu, quien está dotado de todas las potencias, es la Verdad Suprema - este conocimiento conduce a la liberación; otras afirmaciones son para confundir [los demonios]. Los eruditos que contemplan la verdad descartan todas esas declaraciones como falsas”.

Hay muchos que dicen: “Si bien el Śrīmad-Bhāgavatam es una escritura Vaiṣṇava, en él no se encuentra el nombre de Śrī Rādhikā”. Porque no hay mención de Ella, con quien Śrī Kṛṣṇa disfruta todos Sus pasatiempos amorosos, muchos llegan a dudar de la autenticidad y excelencia del Śrīmad-Bhāgavatam. Sin embargo, aquellos que han tenido la fortuna de estudiar el Bhāgavata bajo la guía de un guru que contempla la verdad (tattva-darśī), esta versado en śabda-brahma(la forma de sonido de Bhagavān) y tiene realización de Parabrahma (el Ser Supremo), ha percibido la mención del nombre de Śrī Rādhā en muchos lugares del Śrīmad-Bhāgavatam, como en el verso anayārādhito nyūnaṁ [10.30.28]. Además del Śrīmad-Bhāgavatam, la aparición y tattva de Śrī Rādhā están descritos en numerosos Purāṇas and Upapurāṇas.

Śrī Rādhā-tattva, como lo habló el mismo Śrī Kṛṣṇa

 

Con respecto a śrī rādhā-tattva, se describe en la sección del Śrī Kṛṣṇa-janma-khaṇḍa del Brahma-vaivarta Purāṇa, que Bhagavān Śrī Kṛṣṇa habló lo siguiente:

“¡Querida Rādhike! Recuerda el incidente en Goloka. Tú eres mi amada, más querida por Mí que Mi propia vida, y Tú concedes toda la buena fortuna. Quien Tú eres, es quien Yo soy. No hay diferencia entre Nosotros. Así como la blancura es por siempre inherente a la leche, el calor al fuego y la fragancia a la tierra, Yo también por siempre moro dentro de Ti. Como el alfarero que no puede hacer vasijas sin barro, o como el orfebre que no puede hacer aretes de oro sin oro, Yo tampoco soy capaz de crear si Ti. Tú eres el principio de la creación mientras que Yo soy la semilla.

”¡Oh virtuosa! Tú retozas en Mi pecho. Como el ornamento que embellece el cuerpo, Tú haces efecto a la belleza de Mi cuerpo. Cuando estoy separado de Ti, todos me llaman solo ‘Kṛṣṇa’, y cuando estoy contigo, solo entonces ellos me llaman ‘Śrī Kṛṣṇa’. Tú eres la belleza (śrī), Tú eres la riqueza, solamente Tú eres la base de la existencia, y Tú eres la encarnación de Mi poder y del de todos los demás.

”¡He Rādhe! Tú eres el Poder Supremo y Yo soy la Persona Suprema. Esto es lo que se ha establecido en los Vedas. Tú eres sarva-svarūpā (la naturaleza femenina de toda la existencia), Yo soy sarva-svarūpā (la naturaleza masculina de todo). Mientras que Yo soy tejo-rūpa (la forma masculina refulgente), Tú eres tejo-rūpiṇī (la forma femenina refulgente). ¡Oh bella! Cuando por la fuerza yóguica suprema, Yo me convierto en la semilla de todo, Tú te conviertes en la encarnación de todo el poder y tomas forma como todas las formas femeninas. Tú eres mūla-prakṛti (la fuerza original de la madre naturaleza) nacida de la mitad de Mí mismo. Tú eres igual a Mí en poder, inteligencia, conocimiento y espirítu”.

Brahmājī adora y elogia a Śrī Rādhā

[Continuación del Brahma-vaivarta Purāṇa:] “Luego, apareció ahí el Brahmā de cuatro cabezas sosteniendo un rosario y un bote de agua en sus manos y sonriendo ligeramente. Primero se acercó a Kṛṣṇa y con sus cabezas bajas, lágrimas en sus ojos y el corazón rebosante de éxtasis, ofreció sus reverencias a Śrī Kṛṣṇa alabándole con himnos de los Āgamas [los Tantras]. Después se acercó a Śrī Rādhikā y acunando Sus pies en los bucles de su cabello, lavó Sus pies con el agua de su kamaṇḍalu. A continuación, juntando sus manos, comenzó a elogiarla: ‘¡Oh, Madre! La multitud de diosas son nacidas de aspectos de la naturaleza y por lo tanto están formadas de energía material y son mortales de nacimiento. Sin embargo, Tú has nacido de la mitad de Kṛṣṇa y eres como Él en todos los sentidos. Tú eres Śrī Kṛṣṇa, Él es Rādhā, o Tú eres Rādhā y Él mismo es Hari - ¿quién puede decidir? Esto jamás se ha visto [se ha resuelto] ni siquiera en los Vedas.

”¡Oh, Madre! Goloka está más allá y por encima de los universos materiales; es allí que Tú moras. Así como Goloka y Vaikuṇṭha son eternos, Tú también eres eterna. Mientras todas las entidades vivientes en este universo, surgen de una expansión de la expansión de Kṛṣṇa, Tú eres la encarnación de todo el poder poseído por cada entidad viviente. Los machos nacen de una porción de Śrī Hari; las hembras nacen de una porción de Ti. Este Bhagavān Kṛṣṇa es como el alma, mientras que Tú eres como el cuerpo, la base de la existencia.

”¡Oh, Madre! Unida con la fuerza vital de Kṛṣṇa, Tú te has convertido en la madre de todos los mundos, y Śrī Kṛṣṇa dotado con Tu fuerza vital, se ha convertido en el Señor de todo lo que existe. ¡Esto es sumamente asombroso! ¿Qué artista ha creado las cosas de esta manera? Esto es inconcebible. Al igual que este Kṛṣṇa es eterno, Tú también eres eterna. Nadie es capaz de determinar si Tú eres parte de Él o Él es parte de Ti.

”Yo soy el creador de este mundo y el recopilador de los Vedas. Mucha gente escucha estos Vedas de la boca de sus gurus, los estudian y se convierten en eruditos. A pesar de que yo soy el autor de esos Vedas, soy incapaz de describir ni siquiera una centésima parte de Tus glorias. Ya sea Veda o erudito, ¿quién puede ensalzar tus cualidades adecuadamente? La razón de los himnos es la sabiduría y a Ti se te conoce como la misma potencia de la conciencia (cit-śakti) que produce la sabiduría. ¡Oh Madre! Tú eres la madre de la inteligencia. ¿Quién tiene tanta inteligencia como para poder glorificarte? Los eruditos pueden describir solamente lo que es visible para todos. Pero ¿quién es capaz de poner en palabras aquello que es invisible e inaudito? Ni yo, ni Ananta, ni Śiva somos capaces de alabarte apropiadamente. ¡Oh, Jagadīśvarī! Incluso Sarasvatī y los mismos Vedas son incapaces de alabarte”.

Mahādeva Śiva glorifica a Śrī Rādhā

Una vez, en respuesta a la diosa Pārvatī que quería saber acerca de śrī rādhā-tattva, Śrī Mahādeva dijo: “Oh Maheśvarī, mientras narraba las escrituras Āgama y cuando estaba a punto de comenzar un kīrtana relacionado con el tema de Śrī Rādhā, el Señor Supremo Śrī Kṛṣṇa me lo impidió. Ahora, habiendo recibido Su permiso vía trance, te cuento estas verdades muy esotéricasconcernientes a Śrī Rādhā, la amada de mi adorado Señor, las cuales te conferiran la devoción por Kṛṣṇa al escucharlas. Previamente en Goloka, en el rāsa-maṇḍala situado dentro del bosque encantador de Vṛndāvana, el siempre deseoso Jagannātha Śrī Kṛṣṇa, sentado en un elegante trono de joyas, Se manifestó en dos formas con el fin de participar en pasatiempos. Partiendo de Su mitad derecha, Él asumió la forma de Śrī Kṛṣṇa y desde Su extremidad izquierda, Se vistió con la forma de Śrī Rādhā.

“Adornada con ornamentos de joyas incrustadas, aquella supremamente hermosa Rādhikā-devī se situa con ese Rāsa-bihārī en el rāsa-maṇḍala. Con ropajes puros como el fuego, Sus miembros brillaban como millones de lunas y Su cara lucía una suave y dulce sonrisa. Su pelo trenzado estaba decorado con guirnaldas de jazmín mālatī y el collar de joyas que llevaba deslumbraba como los rayos del sol. Su conducta hacia Śrī Kṛṣṇa es cautivadora en todos los aspectos porque Ella ofrece su misma alma. ‘Śrī Rādhā adora y venera a Kṛṣṇa y Śrī Kṛṣṇa adora y venera a Rādhā. Ambos son iguales’, dicen los santos. ¡Oh Durgā! Con solo pronunciar el sonido ‘’, los devotos obtienen el estado de liberación (mukti), y solo con pronunciar la siguiente sílaba ‘dhā’, obtienen un lugar a los pies de loto de Śrī Hari.

“Śrī Rādhā, la diosa del rāsa, aparece del lado izquierdo de Anaṅga-mohana (el seductor de Cupido). Todas las demás diosas surgen como aspectos (aṁśas) de Ella. De los poros de Śrī Rādhā vienen una multitud de gopīs y de Su mitad izquierda surge Mahā-lakṣmī. La misma Śrī Rādhikā mora eternamente en el torso de Śrī Kṛṣṇa y Ella es la diosa que preside toda la fuerza vital de Śrī Kṛṣṇa. ¡Oh Pārvatī! Śrī Rādhikā, la amada bendecida de la Personalidad Trascendental Śrī Kṛṣṇa, Le es más querida que Su propia vida. La diosa suprema Śrī Rādhā, quien es la-prakṛtiestá conectada al Señor supremo Śrī Kṛṣṇa como las extremidades de un cuerpo están conectadas con el cuerpo mismo. ¡O Devī! Sirve los pies de los más adorados Śrī Rādhā y Kṛṣṇa, quienes están más allá de los modos de la naturaleza material. Que sepas que solo esto es la quintaesencia”.

Descripción del Śrī Rāsa-maṇḍala en Goloka

En el Brahmāṇḍa Purāṇa se declara: “Rodeados de sus amigos, los sakhās y las sakhīs, Śrī Rādhā y Kṛṣṇa están absortos en los pasatiempos eternos del śrī rāsa-maṇḍala, en Su morada personal de Goloka. La personificación de la energía espiritual (cit-svarūpā), la diosa suprema (Parameśvarī), el seductor del cósmos (Viśva-mohinī), la supremamente adorable Śrī Rādhā es, en forma y cualidades, igual a Śrī Kṛṣṇa en todos los aspectos. Gaṅgā, Lakṣmī, Sarasvatī y Virajā – estas cuatro potencias también son supremamente queridas por Bhagavān. Govinda, quien rebosa de pasatiempos juguetones con ellas, preside en felicidad suprema. No obstante, Viśva-rūpiṇī (la forma de toda existencia) Govindānandinī (la que complace a Govinda) Śrī Rādhā es más queridapor Él que todas Sus amadas.

“En el festival del rāsa, para calmar la ira de Rādhikā, Śrī Kṛṣṇa dividió Su forma en muchas. Todas Sus formas eran igualmente resplandecientes. Es decir, eran todas iguales en munificiencia(audārya) y dulzura (mādhurya) al esplendor emanado por aquella forma de Śyāmasundara con dos brazos, que sostenía la flauta muralī y llevaba una guirnalda de flores del bosque. Cuando ŚrīKṛṣṇa se dividió a Sí mismo en cientos de formas, Govinda-mohinī Rādhā (aquella que enloquece a Govinda) también replicó cientos y cientos de formas. Estas formas que emanaron de Ella misma, se mezclaron con las gopīs que habían emanado de Sus extremidades y creado el festival de rāsa de Śrī Kṛṣṇa, el cual estaba repleto de las variedades de rāsa más elevadas.

“Bhagavān Śrī Kṛṣṇa se manifestó entre todas y cada una de las gopīs y entrelazando Sus brazos con los de ellas, comenzó a bailar con todas. Como la luna brillando en un cielo estrellado, Govinda, quien es Jagan-nivāsa (la morada del cosmos), estaba radiante en medio de la asamblea de las gopīs. Si bien Śrī Kṛṣṇa es autocomplaciente (āpta-kāma), y a pesar de que Él está másallá de los imperiosos modos de la naturaleza (nirguṇa), y es libre de actividades, el amor por Rādhā Le encendió y Se volvió deseoso de pasatiempos deliciosos.

“Como el festival de rāsa se produjo en Goloka, Vāg-vādinī (compositor de divinas melodías) Saravatī Devī comenzó a tocar su melodiosa, dulce vīṇā mientras otros comenzaron a tocartambores como el mṛdaṅga y el paṇava, quedando absortos con ello, en la ejecución del kīrtana del rāsa-līla de Śrī Kṛṣṇa, el cual está lleno de melosidades amorosas”.

El rey Vṛṣabhānu recibe iniciación en el mahā-mantra y realiza austeridades

Había una vez un rey llamado Mahābhānu que era el señor de Gokula y el más destacado de los gopas. Tenía cuatro hijos Vaiṣṇavas exaltados y autocontrolados, cuyos nombres eran: Vṛṣabhānu, Ratnabhānu, Subhānu, y Pratibhānu. Entre ellos se encontraba Vṛṣabhānu, quien fue coronado rey. Para complacer al Señor supremo, él realizó cientos y cientos de Rājasūyā y otros yajñas. A pesar de haber nacido en una dinastía de vaiśyas (mercaderes), por medio del poder de su armamento, llegó a governar muchos reinos y se convirtió en un rey soberano muy parecido a los rājarṣis (reyes sabios) de la antiguedad. Él era autocontrolado, habiendo conquistado sus sentidos; fue supremamente generoso, adorado por todos los reyes y mantuvo todo el dharma.

En este Vraja-dhāma vivía un acaudalado devoto de Viṣṇu, un gopa muy estimado cuyo nombre era Bindu. Del vientre de su esposa Mukharā nacieron cinco hijos: Bhadrakīrti, Candrakīrti, Mahābala, Śrīdāma, Mahākīrti y tres hijas: Bhānumudrā, Kīrtimatī y la más jóven, Kīrtidā. En algunos Purāṇas se ha dicho que el otro nombre de Kīrtidā es Kalāvatī. El rey Vṛṣabhānu aceptó la mano de Kīrtidā en medio de la debida pompa y ceremonia.

Ambos estuvieron esperando por mucho tiempo un bebé, pero eventualmente su preocupación creció y sucumbieron a la tristeza, por ello partieron en peregrinación hacia los lugares sagrados más elevados. Cuando, aún después de haber realizado muchos yajñas, haber donado caridad, y realizado diversos rituales y adoración, sus deseos no se vieron cumplidos, sus corazones se llenaron de pesar y cayeron al suelo sin sentido. Más tarde, y siguiendo el deseo de Kīrtidā, llegaron a un área elevada a orillas de la prístina Yamunā, junto a la mejor de las montañas, Govardhana, en donde se presentaron ante la auspiciosa Kātyāyanī-devī y se pusieron a adorarla. Vṛṣabhānu, quien poseía total control de sus sentidos, dejó de comer, tomó un voto de silencio, y alineó su alma con Paramātmā, situado en el lotus de mil pétalos, absorbiéndose en rigurosa austeridad.

De esta manera, cuando habían pasado cien años, Vāg-devī [Sarasvatī] se dirigió a él desde el cielo en una voz profunda y resonante: “Oh hijo, sin escuchar el nombre de Hari, los oídos de las entidades vivientes no se limpian. Es por esto que deberás aceptar śrī nāma de un guru y, siguiendo el proceso correcto, realizar kīrtana de esos santos nombres”. Después de escuchar la voz aérea, Vṛṣabhānu dijo humildemente a la diosa: “¡Oh Madre! Tú eres la causa de la creación, el mantenimiento y la destrución universal. Esta orden que me has dado, aceptar harināma, por favor describe con detalle su gloria y cómo ejecutarlo”.

Después, el rey Vṛṣabhānu, siguiendo el consejo de la diosa, llegó al āśrama de Mahā-muni Kratu, en las arenosas orillas del rio Virajā, recibió harināma-mahā-mantra, y además se familiarizó con el proceso del canto de śrī nāma. Kratu Muni, habiendo dado harināma-mahā-mantra al rey Vṛṣabhānu, nuevamente le dijo: “¡Hijo!, para los Vaiṣṇavas, y especialmente en el caso de la iniciación Śākta, Saura, Śaiva y Gāṇapatya, solo la ejecución del harināma-kīrtana purifica la capacidad auditiva. En otras palabras, debido a las impurezas dentro de la facultad auditiva, sin antes tener harināma-dīkṣā, ningún otro mantra dará fruto. Los oídos en los cuales harināma no ha entrado son impuros como los oídos de un cadáver. Es decir, mientras que uno no reciba harināma-dīkṣā, sus oídos permanecerán impuros. Una vez que harināma entra, se obtiene pureza. ¡Oh, Mahābāho (el de armamento poderoso)! Te he dado este harināma. De ahora en adelante, practicalo con plena concentración de tu alma y corazón”.

El rey Vṛṣabhānu ofreció reverencias inmediatamente a Kratu Muni y, siguiendo su orden de cantar harināma mahā-mantra sin cesar, llegó a las orillas del Yamunā. Después de mucha austeridad, Jagan-mātā (la Madre del Mundo) Kātyāyanī, complacida con el rey, apareció allí. Vṛṣabhānu ofreció reverencias a Mahā-devī con gran devoción y le ofreció oraciones. Kātyāyanī-devī dijo: “¡Oh hijo! Me siento satisfecha con tu austeridad, adoración, plegarias y devoción. Pídeme la bendición que desees”.

El rey Vṛṣabhānu, con los ojos radiantes de regocijo al oír las palabras compasivas de la diosa, comenzó a decir: “¡Oh diosa! Si estás complacida conmigo, deberás conocer mi deseo profundo. Si puede ser otorgado, por favor concedeme esta anhelada bendición”.

Cuando la Madre del Universo, Kātyāyanī-devī, escuchó las palabras de Vṛṣabhānu saturadas con sentimiento devocional, puso en sus manos un huevo que tenía la efulgencia de miles de soles y desapareció del lugar. El rey Vṛṣabhānu, supremamente feliz de obtener este huevo, regresó a su palacio.

La aparición de Śrī Rādhā en Bhauma-Vraja

Kīrtidā, la reina de ojos dulces de Mahārāja Vṛṣabhānu, adornada con varios ornamentos, vestida con ropajes divinos, perfumada con fragancias celestiales, y rodeada de incontables amigas y doncellas, se encontraba ubicada en una cama de joyas cuando el rey Vṛṣabhānu llegó a su palacio sosteniendo el huevo que la diosa le había dado. Al ver que su esposo había llegado, desgastado por las terribles austeridades, con el cuerpo cubierto por el polvo, pero regocijado en su corazón, ella se apresuró a levantarse y fue a pararse enfrente de él, con su cara tímidamente inclinada. Entonces, el rey Vṛṣabhānu puso aquel majestuoso huevo que le había dado la diosa, en las manos de su amada Kīrtidā.

Sosteniendo este objeto divino que abarcaba todo el poder existente y refulgía con la brillantez de millones de soles, se llenó de un gran asombro. Ante sus ojos, el huevo se partió en dos mitades. En el momento en que se abrió en dos, una brisa repleta de una fragancia pura y encantadora comenzó a soplar. Las diez direcciones, los cuerpos de agua como estanques, lagos, ríos y océanos y los corazones de todas las entidades vivientes, parecían florecer. Los Devas, Gandharvas, Vidyādharas, Apsarās, Siddhas, Sādhyas, Kinnaras, todos se reunieron en los cielos. En ese momento, Viṣṇu, Brahmā, Maheśvara, y Viśvadeva, los dos Aśvinī-kumāras, la personificación de los planetas, las constelaciones, los cuarenta y nueve Vāyus y los Pitṛs (ancestros de la humanidad), los ṛṣis y los Manus, todos aparecieron. Los Gandharvas comenzaron a tocar sus instrumentos, los Apsarās comenzaron a cantar, las mentes equilibradas de los sādhus se complacieron, los munis y los sādhus comenzaron a ofrecer oraciones y desde el ciedo los semidioses empezaron una lluvia de flores. En un día auspicioso y a una hora auspiciosa, en el octavo día de la brillante quincena del mes de Bhādra, la Madre del Universo, la amada de Hari, Śrī Rādhā, que es ayoni-sambhavā (no nacida de un vientre), apareció en Kalāvatī, o sea en el regazo de Kīrtidā. Así como los corazones de todas las entidades vivientes florecen con deleite ante la luna creciente, todos y cada uno obtuvieron la felicidad ante la aparición de mūla-prakṛti (la raíz del origen de toda la energía).

Śrī Rādhā’s Jāta-karma, Rituales de nacimiento”

Su figura parecía una enredadera de rayos de luz y Su tez era como el oro fundido. Ella se encontraba adornada con brazaletes, collares, una corona y otros ornamentos. Esa diosa Rādhā, que causa el florecimiento de toda buena fortuna, se situó en el regazo de Su madre. En el momento que la hija de Kīrtidā, la misma potencia de Viṣṇu, la eterna Mahā-devī, nació, toda la ciudad se iluminó con la efulgencia de sus miembros. La madre Kīrtidā, al contemplar esta divina y elegante beba, sabía que Ella no era de este mundo material, que por la adoración de Vṛṣabhānu, la Diosa de todos los mundos, la potencia personal del Señor, había aparecido como su hija.

Kīrtidā-devī, informó al rey de cómo su bella y resplandeciente hija había nacido en su regazo, sana y completa. Escuchando esas palabras deliciosas, el gran, ilustroso rey Vṛṣabhānu estaba lleno de gozo y, para complacer a Bhagavān, comenzó a regalar muchos tesoros preciosos, joyas, ropajes y otros enseres a los sirvientes y a las doncellas que le habían llevado la noticia. A continuación distribuyó a los brāhmaṇas las telas más finas, cientos de vacas, cientos de vasijas de yogurt y leche, el arroz de la mejor calidad y otros granos y legumbres. Entonces dió copiosamente en caridad al pobre y desamparado, al inválido, ciego, huérfano, anciano y a todos los niños. Al oír las noticias del nacimiento de la hija del rey, muchos cantantes, tanto hombres como mujeres, bailarines músicos, recitadores de himnos, numerosos cuentacuentos, juglares y bardos llegaron allí y el rey también les concedió caridad adecuadamente. Al recibir las noticias que que había nacido una hija del rey, con todas las particularidades auspiciosas, los brāhmaṇas, kṣatriyas y varios miembros de las cuatro castas, incluyendo artistas y artesanos prominentes, los pobladores de la campiña, y la gente de la ciudad, comenzaron a llegar al palacio para ver a la beba recién nacida.

Vṛṣabhānu se sintió satisfecho. Con su corazón floreciendo del gozo, él supo que sus austeridades y su mismo nacimiento habían sido un éxito. Llevando a los brāhmaṇas al frente, rodeado de sus amigos y familiares, fue a ver a Kīrtidā para conocer la cara de su hija y dejar que los brāhmaṇas realizaran los rituales del nacimiento y el svasti-vacana (bendiciones para la salud y la prosperidad). Los sacerdotes establecieron un fuego de acuerdo a la correcta tradición del ritual y adoraron al dios del fuego, ofreciéndole oblaciones de mantequilla clarificada.

Viendo al rey sentado y rodeado por sus amigos y familiares, Kīrtidā se dirigió a él de la siguiente manera, con su voz entrecortada por la felicidad: “Oh, Señor de los reyes, satisfecha con nuestras austeridades, la causa de toda buena fortuna para las entidades vivientes, la Diosa Suprema primogénita, ha aparecido en nuestra casa”.

En ese momento, el rey juntó sus manos y lleno de devoción cayó al suelo como un palo, ofreciendo obediencias a la Diosa. Dijo a Mahā-devī: “Soy incapaz de conocerte en verdad, por favor informanos acerca de Tu propia persona”.

La Diosa Suprema dijo, “Oh Padre, sepa que Yo soy Nārāyaṇī (la contraparte de Nārāyaṇa), Sanātanī (la diosa de la eternidad), Mūla-śakti (la raíz de toda potencia). Yo soy completamente adorada y venerada por Bhagavān. Yo soy el parā-śakti (la potencia suprema), incomprensible incluso para los cuatro Vedas, inaccesible a la mente y las palabras. Padre, tú me has adorado profusamente junto con madre Kīrtidā y es por esto que he aparecido como vuestra hija”.

Diciendo esto al padre Vṛṣabhānu, la Diosa cubrió nuevamente a todos con la ilusión y, como una niña ordinaria, Se puso el dedo gordo en la boca, queriendo mamar, y comenzó a llorar. La Diosa Suprema empezó a manifestar una forma extremadamente hermosa, bella en todas y cada una de Sus extremidades, rojiza como una granada en flor, y tan brillante como miles de soles.

Ese afortunado rey Vṛṣabhānu, hizo entonces que los brāhmaṇas completaran los rituales y otras costumbres para su hija. La supremamente venerada Diosa, había sido adorada (ārādhita) por medio de intensas austeridades y por ello el padre Vṛṣabhānu la llamó Rādhā.

Traducido por el equipo de Rays of The Harmonist del Prabandhāvalī
de Śrīla Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Māhārāja

Traducción del inglés: Indira dasi
Corrección de pruebas: Nandini dasi

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